¿Tienes liderazgo carismático?

Si nos atenemos al concepto de carisma, a lo largo de la historia éste se ha definido como:
... "Don espiritual extraordinario que concede la divinidad a algunas personas en beneficio de la comunidad"... o bien como ..."Cualidad extraordinaria que se atribuye a una persona y le confiere una superioridad de carácter ético, heroico, religioso...etc"... parece que al aplicarlo al liderazgo... podríamos estar formulando la "teoría del super-hombre" al más puro estilo de Marvel.



Por bajar los pies a la tierra, en la actualidad, podríamos entender el concepto de  carisma como la capacidad de un individuo de dirigir y motivar a un grupo de personas y suscitar la admiración de sus seguidores,  gracias a una supuesta cualidad de "magnetismo personal", obteniendo su confianza, respeto y credibilidad. Aunque sí bien es cierto,  que el término carisma continúa siendo definido y utilizado de diferentes modos por diferentes escritores, al igual que otros términos del ámbito psicológico, como por ejemplo, la personalidad.

Sin embargo, a lo largo de los años ha existido una importante controversia a la hora de determinar si el carisma es principalmente el resultado de los atributos del líder, de condiciones situacionales o más bien, de un proceso interactivo entre el líder y sus seguidores.

El sentido común nos lleva a pensar que el carisma es resultado de las percepciones de los seguidores, que son influidas por los rasgos y las conductas del líder, por el contexto de la situación y por las necesidades colectivas e individuales de los seguidores.



Características de un líder carismático:
Las teorías y la investigación sobre el liderazgo carismático han identificado un número de características personales y conductuales que diferencian a los líderes que tienen el potencial de irradiar este "magnetismo" sobre sus subordinados o seguidores.

Se trata de 12 características propias del liderazgo carismático que se pueden agrupar en 3 categorías;
a) Características personales: Niveles altos de autoconfianza, dominio sobre los otros, fuerte convicción en la rectitud moral de sus creencias y una alta necesidad de influir en los otros.
b) Características conductuales: Modelado de rol (demostración pública del compromiso con los valores y creencias importantes), construir imagen (crear en los seguidores la percepción de estar dotados), visión o misión (articulación de metas), demostrar altas expectativas en sus seguidores y confianza en su capacidad para lograrlos e inducir estados emocionales y cognitivos consistentes con las conductas necesarias para lograr la meta.
c) Determinantes situacionales: Situaciones muy estresantes y situaciones que fomenten la expresión de objetivos en términos ideológicos (ambas situaciones son extremadamente útiles, aunque no absolutamente necesarias).

Pero a pesar de éstas características personales y conductuales, que son necesarias para otorgar al líder el potencial para formar relaciones carismáticas con sus subordinados, no son suficientes, pues existe un componente ajeno al control al líder.
Se trate de la parte en la que los seguidores o subordinados le identifican como tal, y le reconocen y atribuyen éstas características. Sería un proceso de identificación y atribución individual y posteriormente de un consenso social intragrupo.

"El carisma como tal, no es una cosa que pueda ser poseída por un individuo, sino que son los demás quien hacen al líder poseedor de dicho atributo". El papel de los subordinados, es por lo tanto, una pieza más que relevante para etiquetar a un líder de carismático.


Pautas para conseguir esta percepción en vuestros seguidores:
El carisma es un fenómeno atribucional. El poder del líder surge de la experiencia y del atractivo de la visión del mismo como tal. 


Las atribuciones de carisma a la conducta del líder dependen de cuatro variables: el grado de discrepancia entre el status quo y la visión defendida por el líder (Identificación personal), la utilización de medios no convencionales e innovadores para lograr el cambio colectivo deseado (Identificación social), el éxito del líder en valorar los recursos (Autoeficacia) y las limitaciones del entorno para efectuar el cambio (Condiciones facilitadoras). 
Veamos, cada una de ella de manera aplicada:

a) Identificación personal: Hay una mayor tendencia en los seguidores a identificarse más con un líder que articule una estrategia no tradicional, que parece ser factible y que exhibe conductas no convencionales para demostrar su convicciones y valores. El tipo de seguidor que es más proclive a la identificación personal tiene baja autoestima, una débil autoidentidad y una alta necesidad de dependencia de las figuras de autoridad.
Por poner un ejemplo, la típica situación de un nuevo directivo en la empresa que exhibe procedimientos poco convencionales (viene a trabajar sin corbata, permite un clima de trabajo más informal...etc) ante un grupo de trabajadores con poca motivación y bajo autoconcepto que llevaban un tiempo con un líder poco directivo y sin rumbo... Son el prototipo más predispuesto a identificarse con el nuevo directivo (más abierto, más moderno, un aire nuevo para la empresa...)
*Pensemos por un instante en Barack Obama cuando llegó a la Casablanca: ¿Su campaña electoral no representaba el cambio? ¿Sus características personales no eran ya de por sí, poco normativas?¿En qué estado estaba la sociedad americana en ese momento?

b) Identificación social: Quizás aún más importante que la identificación personal, pues supone definirse uno como en términos de pertenencia a un grupo u organización. Los líderes carismáticos aumentan la identidad social relacionando el autoconcepto del seguidor con los valores compartidos y las identidades de rol asociadas con el grupo.
Vuelvo a poner un ejemplo: En las organizaciones o empresa, la identidad de grupo es algo ya establecido, tanto en cuento se trata de un conjunto de trabajadores de dicha empresa, que se identifican como grupo. En este ámbito, tendremos que trabajar la interiorización de valores comunes, una visión y misión empresarial compartida entre los integrantes de la organización, a través de las conductas que emite el líder como representante de esa filosofía de empresa. Sin embargo, algunos trabajadores autónomos, me han preguntado en ocasiones, cómo podrían llegar a crear esa identificación social entre sus clientes. En mi respuesta siempre me viene a la mente, el claro ejemplo de una de mis amigas, fotógrafa profesional, quien ha sido capaz, ayudándose de las redes sociales, de crear un amplio ejército de seguidores y fans (potenciales clientes, o al menos, publicistas de su trabajo entre sus familiares y amigos) a través de creación de grupos de amigos de la fotografía infantil, de reportaje social, de bodas... o de la categoría elegida en su caso, para crear una identidad compartida, con valores y expectativas comunes.


c) Autoeficacia: Un líder carismático no es sólo el que se desenvuelve eficaz y efectivamente, sino que muestra autoconfianza en su capaz de resolver problemas y tomar decisiones. Es resolutivo y pragmático en sus tareas y cometidos. Sin embargo, me gustaría ir un paso más allá: El líder carismático, para ser percibido como tal, debe aumentar la autoeficacia individual y colectiva de sus seguidores. Una buena estrategia sería comunicarles las expectativas de alto rendimiento que tiene depositada en ellos como grupo, y expresando la confianza de que los seguidores pueden lograrlas.

d) Condiciones facilitadoras: Los seguidores muestran una mayor tendencia a seleccionar un líder como carismático, cuando se percibe que comparte sus valores e identidades nucleares, aunque éstas puedan no estar claramente articuladas en las mentes de los seguidores. La emergencia de un líder es más probable cuando el grupo (conjunto de seguidores/subordinados en una organización) tiene una visión que pueda estar unida a los valores e identidades que defienda y exhiba el líder.
Por poner un ejemplo; aunque la condición de crisis no es necesaria para la efectividad de un líder carismático, tales condiciones favorecerían la emergencia de un líder que fuese capaz de interpretar la crisis y ofrecer, desde la visión compartida por el grupo, estrategias creíbles para enfrentarse a ella exitosamente.
*Pensemos por un instante en que apareciera en éstos momentos (en los que nuestros líderes políticos son de todo menos carismáticos), una persona o partido político que liderara una visión de solucionar la crisis económica que estamos viviendo que representase la visión de la mayoría de los afectados por la misma, que se percibiera su viabilidad y la convirtiese en creíble. ¿No ha ocurrido esto en múltiples momentos de la historia política de la humanidad? ¿Alguien a pensado en el Che Guevara? ¿o incluido en Adolf Hitler que llegó a ser elegido democráticamente? 

En fin, os dejo reflexionando sobre mis propias reflexiones. Espero que éste post os haya parecido interesante.



Como siempre, me despido invitándote a utilizar los comentarios para dejar tu opinión sobre este artículo. Si te ha gustado esta publicación y no quieres perderte ninguna otra, sígueme a través de Facebook, suscripción por email, Google Friend , RSS ahora también en Google +. Usa los botones sociales al pié de la publicación para recomendarla a tus amigos. ¡Gracias! ;-)

 
 
MARGIL Psicología
María Álvarez Gil - Psicóloga Colegiada Nº O-02349
Web: www.margilpsicologia.es
Blog: http://margilpsicologia.blogspot.com
Facebook: http://www.facebook.com/MargilPsicologia

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Quizás también le interese:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...