"Cuando sea mayor, seré astronauta", "Yo nunca dejaré el deporte", "Cuando me jubile, viajaré"... El futuro tiene tonalidades distintas según la edad y la personalidad. Cambiar de vida es también darle a tu futuro la identidad de tus sueños. Imaginar el porvenir permite poner en movimiento la energía necesaria para el cambio, así como la construcción de un proyecto de vida adecuado a tus necesidades y a la posibilidad de llevarlo a cabo.
Si ha llegado tu momento de soñar con el futuro, te invito a hacer unos ejercicios enfocados a intuir sus prioridades y también de considerar los placeres, los descubrimientos y los nuevos equilibrios y reajustes que conlleva cada etapa de la vida. Envejecer no es sólo acumular años, sino también adquirir madurez. Cuando ésta se halla enriquecida por la experiencia, se convierte en una ventaja para adaptarnos a todo aquello que nos va surgiendo en la vida.
Te propongo que pases revista a las grandes transiciones que te esperan (o que ya has vivido) para percatarte de los cambios profundos a los que te vas a enfrentar o te has enfrentado ya). Considera que, para los seres humanos, los decenios son transicciones.
Comprender por qué te sientes más cómodos con unos que con otros, y averiguar por qué te transforman esos pasajes, te permitirá identificar otros recursos para cambiar y contruir tu futuro.
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Para el decenio en que te encuentres en la actualidad, marca las frases con las que estés de acuerdo.
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LOS VEINTE: Hacerse adulto
-Me siento responsable de mí mismo.-Me encuentro bien conmigo mismo.
-Establezco relaciones amorosas duraderas.
-Mi búsqueda profesional se ajusta a mis valores y mis deseos.
-Sé integrarme en mi ambiente de trabajo.
-Aprendo de cada una de mis experiencias profesionales, incluso temporales.
-Sé controlar mi presupuesto, mi organización...
-Con mi familia estoy a gusto.
-Tengo entretenimientos que me gusta.
-Tengo amigos con los que me entiendo.
LOS TREINTA: Consolidarme en mis decisiones.
-Me siento autónomo en la mayoría de los aspectos de mi vida.-Mi confianza se refuerza en mí.
-Estoy totalmente implicado en mi relación amorosa.
-Reservo tiempo para mis amigos.
-Dedico un tiempo a mis aficiones.
-Estoy totalmente implicado en mi carrera para tener éxito en las tareas que me confían.
-Fomento mis habilidades para progresar en mi trabajo.
-Construyo y planifico mi futuro profesional.
-Vivo en un lugar que he elegido yo.
-Quiero a mis padres y a mis hermanos y hermanas por lo que son (y no por lo que me gustaría que fuesen).
LOS CUARENTA: Hacer balance para tomar un nuevo impulso.
-Paso más tiempo que antes con mi familia y amigos.-Mi vida está organizada en torno a mis prioridades.
-Sé eliminar lo que no aporta nada en mi vida.
-Sé ocuparme de mi mismo y observarme con distancia y bondad, incluso en tiempos de crisis.
-Me ocupo más de las personas que de los logros y éxitos.
-Desarrollo actividades más abiertas al exterior y a los demás: viajes, voluntariado...
-Me preocupo más por la "cualidad" que por la "cantidad".
-Me comprometo con organizaciones que para mí tienen un sentido.
-Mi vida amorosa me satisface porque he escogido una pareja que corresponde a mis gustos más profundos.
-En el trabajo, reconocen mis cualidades.
LOS CINCUENTA: Realizarse
-Aprovecho más los buenos momentos viviendo "aquí y ahora".-Estoy más cerca de los demás, incluso en las simples relaciones.
-Estoy atento a las necesidades de mis amigos y de mis familiares.
-Tomo distancia en la forma de ocuparme de las cosas: delego más y soy menos directivo.
-Equilibro mejor mi trabajo y el resto de mis actividades.
-Planifico mi agenda para dejarme tiempo libre.
-Desarrollo un papel en las actividades sociales.
-Valoro mi vida amorosa porque acepto a las personas tal y como son, y ya no intento cambiarlas.
-Acompaño a mis seres queridos en sus últimos años.
-Sé expresar mis sentimientos y mis opiniones sin herir a los demás.
LOS SESENTA: Cultivar el arte de ser feliz
-Me construyo un nuevo proyecto de vida.-Para estar en forma física y conservar mi dinamismo y mi energía, me aplico el dicho "si no haces algo, tú te lo pierdes".
-Vuelvo a estar con mis amigos y a hacer proyectos con ellos.
-Cuido de los demás: pareja, hijos, amigos...
-Transmito mi experiencia.
-Aprovecho mis actividades (diversiones, viajes...) para profundizar en mis relaciones.
-Reduzco mis necesidades cultivando el arte de la simplicidad.
-Rehago mi vida de pareja con más intimidad y cuidado del otro.
-Gozo del presente sin pensar en el futuro.
-Practico el optimismo.
LOS SETENTA: Optar por la serenidad
-Tomo distancia respecto a las responsabilidades.
-Acepto que los demás hagan las cosas y yo actúo como apoyo.
-Sigo en contacto con gente joven.
-Dedico un tiempo a meditar y a hacer balance de mi vida.
-Me dejo sorprender por el presente.
-Me enfrento a mis problemas con humor y distancia.
-Tengo en cuenta mi realidad presente sin lamentarme de mi pasado.
-En pareja, me concentro en los buenos momentos.
-Dejo que me ayuden cuando lo requiere mi salud, mi alimentación, algún proyecto...
-Aprovecho todas las ocasiones de encontrarme con mis amigos.
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Sea cual sea el número de casillas marcadas, observa a la gente con experiencia que tienes a tu alrededor, y que además han sacado adelante un importante proyecto de vida, para analizar y aprender a afrontar los próximos cambios con mayor destreza si cabe. Pregúntate y pregúntales ¿Cómo se las arreglaron?¿Qué cualidades desarrollaron? ¿Se adaptaro o no a los items que presentamos por decenios?
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María Álvarez Gil - Psicóloga Colegiada Nº O-02349
MARGIL Psicología
Web: www.margilpsicologia.com
Blog: http://margilpsicologia.blogspot.com
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